Hoy traigo una receta muy interesante, una mezcla de frutos secos, semillas y especias denominada dukkah, que tradicionalmente pertenece a la cocina egipcia y también forma parte de otras cocinas de Oriente Medio. Es un condimento sencillo de preparar, rápido y con una mezcla de sabores que se ha convertido en una manera estupenda de añadir sabor a mis platos, una mezcla exótica bienvenida a mi armario de especias.
Las posibilidades para utilizarlo son enormes ya que es muy versátil, y añadirlo a cualquier preparación intensifica y mejora su sabor con un toque muy particular. Por lo que he leído, este condimento da vida al aperitivo más básico del país, pan y aceite de oliva, y la verdad es que la mezcla es deliciosa. Lo podemos espolvorear sobre una ensalada, unos huevos revueltos, carnes, pescados…
También son infinitas las variaciones en relación a sus ingredientes. Así que aunque tradicionalmente incluye avellanas, semillas de sésamo, comino, cilantro y semillas de hinojo, estos ingredientes pueden variar dependiendo de la región e incluso de cada casa, y algunas de estas variantes incluyen almendras, pistachos, nueces, pistachos, y otras especias como pimentón, cúrcuma o chile en polvo.
INGREDIENTES:
-125g de pistachos pelados (sin sal)
-50g de semillas de sésamo
-25g de coco deshidratado (sin azúcar añadido)
-20g de semillas de cilantro
-9g de semillas de comino
-7g de semillas de hinojo
-1cucharadita de sal
-1 cucharadita de pimienta negra en grano (opcional)
ELABORACIÓN:
1. Colocamos una sartén al fuego a fuego medio-bajo y tostamos los pistachos removiendo con frecuencia, hasta que estén ligeramente dorados. Retiramos y reservamos.
2. Tostamos las semillas de comino y cilantro e hinojo, aproximadamente unos 2minutos, removiendo continuamente ya que se queman con mucha facilidad. Reservamos.
3. Tostamos ahora las semillas de sésamo de la misma manera. Reservamos.
4. Por último, hacemos lo mismo con el coco. Reservamos con el resto de ingredientes y dejamos enfriar por completo.
5. Molemos todos los ingredientes junto con la sal y la pimienta en grano en un molinillo, un mortero, o como en mi caso, en un procesador de alimentos, pulsando varias veces hasta obtener un polvo grueso.
* es importante no moler de un golpe,ya que el calor puede hacer que las semillas liberen su aceite y el dukkah nos quede aceitoso.
* cuidado con no triturar en exceso, la mezcla no debe tener una textura demasiado fina.
6. Transferimos la mezcla a un recipiente hermético y ¡listo!
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